Yo solía pensar que era la persona más extraña en el mundo, pero luego pensé, hay mucha gente así en el mundo, tiene que haber alguien como yo, que se sienta bizarra y dañada de la misma forma en que yo me siento. Me la imagino, e imagino que ella también debe estar por ahí pensando en mí. Bueno, yo espero que si tú estás por ahí y lees esto sepas que sí, es verdad, yo estoy aquí, soy tan extraña como tú.Frida Kahlo
Muchas pensé que era parte de una etapa oscura e inestable de la vida... Pero pasó la niñez, la adolescencia, y la temprana adultez, y nada cambió.
Soy una mujer extraña. Siempre lo he sido.
Desde el nacimiento fui marcada por esa rareza que me distingue, ese silencio, esa quietud, esa soledad, esa introversión...
Aunque celebro mi rareza, siempre ha sido un poco retante diluirme entre esa línea fina del pertenecer y no. Es divino saberse extraño y particular, pero al mismo tiempo es un arma de doble filo porque con la extrañeza viene la marginación, el aislamiento, el desamor y el exilio.
Pertenecer y no...
Yo no pertenezco a ese estereotipo abundante del ruido y lo común...
Yo pertenezco a otro mundo lejano cuyo nombre aún no he descifrado. Solo sé que este mundo --en el cual habito-- es de color azul y está colmado de paz, armonía, música, libros, de amor y de un universo contemplativo.
Sé que soy difícil de aceptar, de amar y de entender...y hay cosas sobre mí que se quedarán así, en un sabroso enigma...
Pero héme aquí, sólida y frágil simultáneamente, presente y ausente, callada pero ardiente y radiante...
Lo esencial es que, si me has conocido, has sido dichoso... Pues, soy una especie en peligro de extinción, un milagro de vida, una estrella fugaz, un parpadeo de ojos, un tesoro escondido...
Y así me amo, aunque a veces pelee conmigo misma y me rasguñe el corazón...
Amo mis imperfecciones, mi singularidad, mi delicadeza, mi timidez, mi lujuria, mi misterio, mi olor, mi voz, mi llanto, mi esencia...
Sobre todas las cosas amo que al final del día siempre voy a estar ahí para mí.
No tengo miedo de admitirlo, soy una mujer extraordinaria.