Sobre el suelo blanco, las suaves sábanas y almohadas, yace mi pelo. Pelo muerto. Retratado para siempre por mis ojos.
El muere por mí, mientras yo voy renaciendo y transformándome de oruga a mariposa.
Mi pelo negro que tanto amo. El me cubre, me deleita y me embellece.
Mi pelo vuelve loco a algunos hombres.
Por un tiempo pensé que era mi arma secreta; pero no lo es.
Mi arma secreta es otra, es saber que aún cortándolo no pierdo mi espíritu ni mi belleza ni mi fuerza ni mi poder.
Al contario.
Al cortarlo demuestro mi fortaleza, mi verdad y mi vida.
Soy transparente, igual que mi pelo.
Soy libre, igual que mi pelo.
Me gusta que nos podamos transformar y que mi rostro cuadrado se mute con nosotros.
La belleza es así de simple, así de clara.
No comments:
Post a Comment