Saturday, May 9, 2015

Florencia - Milán

No escribí muchas notas mientras estuve de viaje. A pesar de estar inspirada, solo redactaba memorias dentro de mi cabeza. La belleza externa era tanta que solo podía mirar y absorber todo a través de mis ojos. Todo quedaba ahí, en la memoria. No en las manos, no en un papel. De las pocas notas que tengo, comparto aquí una que escribí mientras viaja de regreso a París desde Florencia. Era un viaje muy largo; hacía parada en Milán antes de llegar a Francia. Héla...

2 de abril de 2015. 9:32am. Flor - Milán. He aprendido que la belleza es infinita. Hay que valorar los detalles simples de la vida: el movimiento, el sol, el viento, el olor de los árboles. He aprendido que hay cosas grandes e increíbles, que somos pequeños, y que ser átomos dentro de este universo nos hace grandes a su vez. Es un regalo poder estar en este mundo. Gracias.

Recuerdo el sol anarajando, el calor-frío, todo encima de mi piel, de mi ropa. El olor de los cipreses, el sabor de las olivas, del vino. Todos mis sentidos estuvieron despiertos y felices en esta tierra. Mi lugar favorito fue San Gimignano en la Toscana. La profundidad y exquisito verdor del valle me dejó sin aliento y con lágrimas en el corazón. Este recuerdo me da paz.


Ya sé cómo se siente estar en el tope del mundo y estar expuesta a una sublime inmensidad. Volveré.

No comments:

Post a Comment